Rony nos enseño las maravillas de Monteverde en un paseo nocturno en el que vimos tarántulas, escorpiones, hongos bioluminiscentes, ranas diminutas, insecto palo... todo lo que puedas imaginar! fue una noche mágica y Rony no dudo en ayudarnos en todo lo que necesitábamos, sacando fotos con nosotros y enseñandonos lo que es estar en mitad de la noche en el bosque costarricense. La experiencia fue tan buena que al día siguiente lo contratamos para otra salida, esta vez diurna, donde logramos ver el Quetzal, muy difícil de observar y un montón de animales distintos que sin un guía es imposible percatarse de ellos.